SEGÚN INVESTIGACIÓN DE DON RAFAEL CONCHA E.
A mediados de 1955, Su Eminencia el Cardenal Mrs. José María Caro, encomendó a Msr. Alejandro Hunneus fundar una Parroquia en el nuevo barrio residencial que se estaba formando al sur de Avenida Colón y al oriente del canal San Carlos, deseos que se hacen realidad en vísperas de la Semana Santa de 1956. Efectivamente, el 28 de Mayo de ese año, el señor Cardenal firma el decreto de erección de la nueva Parroquia, cuya primera piedra se colocó el 27 de Noviembre de 1956, en un sitio ubicado en Isabel la Católica al llegar a Américo Vespucio y donado por un vecino del lugar, Dn. Pedro Medina, siendo nombrado Párroco de la misma, el Presbítero Dn. Ramón Ojeda y como Vicario Cooperador el Padre Demetrio Bravo. Hoy esa construcción es la Capilla de nuestra Parroquia.
El territorio parroquial está delimitado por las siguientes calles:
- Por el Norte, Av. Colón
- Por el Poniente, Av. Sánchez Fontecilla
- Por el Sur, Av. Francisco Bilbao
- Por el Oriente, Av. Sebastián Elcano.
estimándose que en él habitan, según datos entregados por el último censo, aproximadamente unas 20.000 personas, población que ha ido incrementándose año a año por la sustitución de casas por edificios de departamentos.
El P. Demetrio Bravo, nombrado Párroco en 1958 en lugar del Pbro. Ramón Ojeda, viendo que la Iglesia construida se hacía cada vez más estrecha para acoger a los nuevos vecinos, llama en 1960 a los mismos feligreses a embarcarse en la tarea de construir un gran Templo donde pudieran caber todos cómodamente. Así surge el Templo actual.
Al recordar los inicios de la parroquia, no podemos dejar de mencionar a quienes han sido sus Párrocos y sus colaboradores:
Ramón Ojeda Doren
1956 – 1957
Demetrio Bravo
1958 – 1976
Pbro. Mario Rojas,
1976 – 1979
Monseñor Sergio Venegas
1979 – 1984
Monseñor Sergio Correa
1984 – 1991
P. Francisco Javier de la Jara
1991 – 1992 ( nombrado “admin. parroquial”)
Pbtro. Carlos Risopatrón Valdés
1992 – 2007
Msr. Bernardo Herrera Salas
2008 – 2010
Pbro. Hans Kast R.
2010 – 2019
Han colaborado con ellos en la tarea pastoral parroquial, los Pbros. Jorge Jaques, Milan Tisma, Patrick Hamilton, Pablo Fuenzalida, Hugo Peñailillo y Alfredo Alamos y los Diáconos Sres. Enrique Palet, César Gómez y Jorge Hubner.
Desde Octubre de 2019 a la fecha nuestro Párroco es el Pbro. Jorge Saez L.
SEGÚN SEÑORA INES DEZEREGA
El año 1963 compramos la casa con mi marido en uno de los pasajes entre calle Vaticano y Fernando de Aragón. Fue el primer pasaje que tenia salida para los lados, estaban recién construyendo las casas.
En ese tiempo ya existía la plaza, no tenia juegos, pero tenía arboles grandes que daban sombra, ya estaba el pimiento y pasto.
La parroquia sólo consistía en la capilla que está hoy al lado del templo por Isabel la Católica, que se llama Capilla de la Virgen del Carmen. (no existía ni el templo ni los velatorios)
Donde hoy están los velatorios, había dos piececitas, una de ellas se usaba como sala dental que atendía un matrimonio de dentistas como un servicio gratuito de la parroquia.
El sector era muy mezclado, habían sitios eriazos, donde vivía gente muy sencilla que cuidaba a sus gallinas y por otro lado habían casonas inmensas que eran como palacios, casas que ya no existen.
Donde la calle Santa Adriana topa con Vaticano, había una casa maravillosa, de esas casas españolas con unas rejas increíbles, era un sueño de casa.
No había teléfono, para tomar locomoción, había que ir a Tobalaba o a Bilbao y el paradero de los buses era donde está hoy el Jumbo.
La casa del párroco eran dos piececitas con un baño que estaban en lo que hoy es la entrada lateral de la parroquia por Santa Adriana al lado de la entrada a la oficina.
Cuando me vine a vivir acá yo no participe altiro en la parroquia porque venía del barrio Brasil y mi parroquia era Los Capuchinos donde bautice a mis hijos.
Finalmente llegamos a vivir acá el año 1970 y entonces empecé a participar en la parroquia.
Recuerdo con especial cariño y admiración al padre Sergio Correa.
Él era fantástico, y marcó mucho a la parroquia porque, por un lado, era muy autoritario, pero tenía mucha fuerza, mucho fuego.
Después vino el padre Carlos Risopatrón que estuvo como 18 años. Fue con su llegada que se compró la casa del lado y quedó para casa parroquial.
En ese tiempo recuerdo que comenzó la “Gran Misión” de 1992 en torno a los 500 años de la primera evangelización. Esta misión fue seguida con el Sínodo convocado por Monseñor Carlos Oviedo en 1993.
Cuando empezamos la Gran Misión, el padre Carlos nos dijo:” yo no sé nada de esto igual que ustedes”, y empezamos a salir todos juntos.
Estaba muy bien organizado, se repartía el terreno parroquial en manzanas que se distribuían entre los que salíamos.
Salíamos de a dos, cada pareja visitaba como 6 casas y salía en el horario que podía.
La idea era atraer a la gente a la Iglesia, para esto rezábamos con ellos, veíamos si alguien de la casa quisiera recibir algún sacramento, y teníamos materiales que nos daban como por ejemplo, un formulario para que la familia completara sobre cómo les gustaría que la iglesia los acogiera en adelante.
Luego del tiempo de las visitas vino el tiempo de la cosecha, esto es, con la gente que uno había visitado se hacía un grupo para reunirnos semanalmente y trabajar juntos sobre diez evangelios distintos y otros materiales que nos daban.
Yo coseche a mi marido, sonríe, que estaba un poco alejado de la parroquia, y con esto empezó a trabajar conmigo, a ayudarme y luego se integró como ministro de comunión invitado por el padre Carlos.
En ese tiempo llegaron las comunidades del Camino Neocatecumenal y como no había salas estábamos apretados, así que yo pedí permiso para hacer esta reunión en mi casa y así lo hicimos.